Casa de volúmenes, formas y texturas con personalidad, inmueble que aún estando en un terreno con una topografía de manera considerablemente descendente se pueden contemplar sus 2 fachadas.

El estar 3 mts debajo del nivel de calle no fue un impedimento para captar luz en todos sus espacios gracias a la orientación correcta de la casa y de sus ventanales de piso a techo en lugares estratégicos.

El estilo es propiamente minimalista hecho en México, otros lo llamarían contemporáneo mexicano moderno. Propiamente son volúmenes pesados aligerándolos con m2 de vidrio aluminio y vigas de acero en color negro, espacios al vacío y/o vanos los cuales logran el equilibrio en el diseño de las tres fachadas.

Fachadas con movimiento que no desentonan con el interior de grandes espacios a lo largo a lo ancho y a lo alto, las escaleras como en los demás proyectos del Arq. Antonio Cabrera son un elemento a rescatar, elemento de remate visual para el interior como para el exterior.

La recamara principal enmarca el gran paisaje a través de una terraza volada integrando el exterior a la convivencia diaria igualmente la sala comedor con una gran altura y ventanas enormes que enmarcan el paisaje natural,  convirtiendo así una arquitectura con una buena relación e interacción con la madre naturaleza.